Mi Historia
La vida me enseñó que la música y la psicología no son caminos separados, sino ríos que confluyen en una misma fuente:
El alma humana
Como psicólogo y especialista en Bioneuroemoción descubrí las resonancias ocultas de la mente; como músico y compositor, hallé en el sonido la voz de lo invisible.
De mi padre heredé el arte de la madera, y en mis manos esa herencia se transformó en instrumentos que conectan culturas, emociones y almas.
Hoy soy luthier de instrumentos nativos, viajero de melodías que me recuerdan que el viento es la extensión del alma
Porque cada soplo no solo crea música,
Abre un puente entre el ser y lo eterno
John Pastrana

La historia de kHAMUY
kHAMUY nació en el corazón del Perú, inspirada en la energía ancestral de los Andes y en la palabra quechua “hamuy”, que significa “regresar” o “volver”.
Desde sus orígenes, kHAMUY busca unir lo ancestral con lo contemporáneo, compartiendo al mundo la esencia del arte, la música y la sabiduría andina a través de diseños auténticos y conscientes.
En la cosmovisión andina, “hamuy” expresa el acto de reconectar con lo que somos, con la tierra que nos dio vida y con la energía que fluye entre todos los seres.
Nuestra misión es preservar la herencia ancestral y compartir el mensaje de armonía, respeto, equilibrio con el mundo, reencuentro, memoria y transformación.
Un viaje de ida y vuelta hacia lo sagrado y lo humano.
Nuestra presencia en el mundo
Actualmente nuestro taller esta ubicado en Lituania, corazón de Europa del Este, lo que nos permite estar cerca de nuevas culturas musicales y expandir nuestra visión a nivel global.
Para garantizar cercanía y accesibilidad a nuestros clientes, contamos con almacenes en Italia, España y Francia, desde donde distribuimos nuestros instrumentos de manera ágil y responsable.
Nuestra presencia en Sudamérica y Europa refleja el espíritu de la marca: unir continentes a través del arte sonoro, conectando raíces ancestrales con nuevos horizontes.
Cada instrumento creado es testimonio de ese puente entre mundos, donde el viento se transforma en alma sin importar fronteras.
«La música es el lenguaje innato del alma»